Por María Gil
Tuve la gran suerte de poder disfrutar, junto con muchos amigos, de un fin de semana en el País Vasco recorriendo sus diferentes rincones.
La primera parada fue en Vitoria-Gasteiz. La capital de provincia que tiene el índice más alto de zona verde por habitante, superando las recomendaciones dictadas por la Organización Mundial de la Salud: desde el anillo verde que rodea la ciudad hasta los grandes parques urbanos y periurbanos que dan una gran proximidad del ciudadano a las zonas verdes. Hay plantados más de 130.000 árboles, pertenecientes a 150 especies distintas.
Recorriendo la ciudad de arriba a abajo, encontré maravillosas paredes pintadas por diferentes artistas y por la Brigada de la Brotxa. Actualmente existe un itinerario conocido como “Itinerario muralístico”
Continuando nuestro fin de semana, llegamos hasta Urkiola declarado Parque Natural en diciembre de 1989. Haciendo un poco de senderismo llegamos hasta la punta Larrano que alcanza los 973 metros.
Con la excepción del área del Santuario, no existe ningún núcleo habitado en Urkiola, salvo la presencia de caseríos aislados, dispersos por las zonas más bajas del Parque. El caserío o “baserri” representa la existencia de una familia o varias, propietarios de una extensión de tamaño normalmente reducida, que con sus propias manos labran y cultivan, y junto al que deben habitar necesariamente. Un paraje espectacular que todo el mundo debería visitar.
Última parada en Bilbao. Visitando los maravillosos lugares de Torres Isozaki , Plaza Euskadi, Casa Consistorial, Palacio Euskalduna, Puente Colgante, Museo Guggenheim, Universidad de Deusto, Puente de Zubizuri, Iglesia de San Antón, Torre de Iberdrola, el perro Puppy y la araña mamá…entre muchas otras cosas.
